Perro Afgano
El notable pelaje del sabueso afgano (Afganistán), su andar elástico característico y su aire arrogante, hacen que atraiga en seguida la atención, es muy exótico dentro del mundo occidental.
Es originario de las llanuras del sur de Afganistán, pero en el ambiente frío e inhóspito de las montañas asiáticas no tardó en crecerle un buen pelaje protector y en desarrollársele un temperamento más vivo: hay indicios de que el afgano fue utilizado para cazar animales mucho más grandes en su ambiente nativo. Esta raza no llegó a ser bien conocida en occidente hasta 1920, pero ya en aquella época llamó la atención debido a su aspecto raro, al punto que en la actualidad aumenta rápidamente en muchos países el número de ejemplares.
El afgano ha de dar la sensación de fuerza y dignidad y debe poseer un aire de suprema indiferencia hacia el resto. Tiene la cabeza larga y bien modelada, y la expresión reservada. La cola se le ensortija y forma un aro característico en el extremo. El pelaje es largo y de fina textura en los flancos, patas y orejas, pero corto en el lomo y el hocico. Se aceptan todos los colores. La altura hasta la cruz ha de ser entre 68 y 75 centímetros para los machos y unos 5 u 8 centímetros menos para las hembras.