Cuento del gato poeta

Había una vez un gato poeta llamado Tito, con un talento increíble para las rimas y las metáforas. Pero su mayor problema era que su poesía siempre estaba dirigida a los ratones de la casa, lo que no era muy inteligente. Un día, Tito decidió que era hora de cambiar de audiencia y escribir para los humanos. Pero, ¿cómo hacerlo? Descubre qué pasó en su aventura literaria en ‘Cuento del gato poeta’.

Cuento del gato que sabía matemáticas

Había una vez un gato muy peculiar llamado «Don Gato». No sólo era el rey de su barrio, sino que también tenía una habilidad única: sabía matemáticas. Sí, así es, no pienses que es una broma. Don Gato se pasaba las tardes contando los pájaros que volaban sobre su cabeza, calculando el tiempo que tardaba su dueña en llegar a casa y resolviendo operaciones mentales que dejaban a cualquier humano con la boca abierta. En definitiva, era el gato más inteligente del mundo (o eso pensaba él).

Cuento del gato que no le gustaba el pescado

Había una vez un gato llamado Tomás que no soportaba el olor del pescado. A pesar de que su dueña le ofrecía las más deliciosas variedades de pescado, como salmón o atún, Tomás siempre lo rechazaba con un gesto de desagrado. A veces, su dueña intentaba disfrazar el pescado con hierbas y especias, pero Tomás siempre sabía detectarlo y daba media vuelta en señal de desaprobación.

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